martes, 12 de xuño de 2012

Apuntes sobre la Casa de Viana

                                                                    Fotografía de José Luis Pérez Prieto
El lugar             

El topónimo 'Viana' alude al emplazamiento del lugar al lado de una vía, en nuestro caso el camino que subía a la montaña desde la ribera del Sil, y que aún perdura.

            La primera referencia escrita de Viana se encuentra en un documento notarial de 1435, redactado en gallego, por el que el monasterio de Montederramo afora a varias voces “o noso lugar e bienes de biana”. Desde entonces aparece en numerosas cartas de foro. Sabemos por ellos que en 1565 vivía allí Ysabel de Viana, con su familia, y que en 1600 se construyó una casa en el lugar Juan Ramos, abad de Sacardebois. De este época son las partes más antiguas de la actual Viana, que todavía se conservan. 

           
            El Abad Juan afora “o noso lugar e bienes de biana.”
                    Primera referencia de la casa, año 1435.

La casa

Las construcciones más antiguas corresponden a la actual 'casa vella', ocupada hasta mediados del siglo XX por los caseros. Se trata de dos piezas independientes, de dos alturas y perpendiculares entre sí, dispuestas en torno a un patio. 

Conservan dos bonitos parladoiros. De esta época, también quedan dos columnas de orden toscano, que guardan las marcas de cantería y que hasta principios del siglo XX sostenían la estructura de un corredor de madera. Cabe fechar todos estos restos en el siglo XVI, con 1600 como la fecha más tardía. Por esta época el lugar recibía ya el nombre de 'Casa de Viana'.
                              
 


Cuando la casa pasó al linaje de Páramo en 1677 comenzaron los trabajos de ampliación, que se desarrollaron en varias fases, según puede advertirse en la estructura muraria y queda manifiesto en las fechas grabadas en algunos dinteles (“Año 1718”; “Año 1729 oy no fian aqvi”, etcétera). A principios del siglo XVIII se cerró la casa con un alto muro en torno a un nuevo patio al que se accedía por un portón para carros. Por estas fechas también se dotó a la casa de agua corriente, que discurría por un canal de piedra desde su origen en el manantial de Marabán.

           

  
        
         El monasterio de Montederramo afora la Casa
                de Viana por cuatro gallinas, año 1677.

A principios del siglo XIX la casa adquirió su estructura definitiva: un recinto protegido por una cerca de piedra, que da a un patio principal, también empedrado, al que vuelca una pieza cuadrangular con un gran tejado a cuatro aguas —culminado en su cumbrera con un sencillo remate ornamental barroco— a la que se adosan una serie de construcciones, formando dos alas que se cierran sobre otro patio. En la década de  1920 se sustituyeron los dos corredores de la casa por bonitas galerías vidriadas. También resultaba singular una pequeña torre del siglo XVII, de apenas 2 x 2 metros de planta, que fue demolida en el siglo XX. Junto a la casa se erguía la gran bodega del mayorazgo, construida en 1770, de la que hoy sólo quedan ruinas.


El linaje

El linaje principal de la Casa de Viana, el vinculado a sus mayorazgos, es el de Páramo. Los Páramo tienen un origen antiguo pero, en general, discreto. Su solar está en la parroquia de san Esteban de Folgosa, en O Corgo, cerca de Lugo. El Padre de la Gándara (Armas y triunfos de los hijos de Galicia, Madrid, 1662) los considera «buenos hidalgos» y vincula su origen a la casa de Nóvoa. A lo largo de los siglos XIV y XV, los Páramo desempeñaron cargos de alguna importancia en la ciudad de Lugo (canónigos, sobre todo) y estuvieron presentes en algunas batallas (hubo Páramos en las órdenes de Alcántara y San Juan de Jerusalén). Sin embargo, su fortuna no llegó hasta mediados del siglo XV, con el capitán Pedro Díaz de Páramo, que sirvió fielmente a los Reyes Católicos y, en compensación, recibió el señorío de la Torre de Piñeiro, que aún se conserva.


           
 A principios del siglo XVI, el linaje del capitán Pedro de Páramo se había desgajado ya en dos ramas: una, la principal, sigue hasta hoy ocupando el pazo de Piñeiro; la segundona, de la que procede la Casa de Viana, se emplazó en la zona de Sárria y Monforte. A ella perteneció Diego de Páramo, que fue notario, primero del monasterio de San Esteban de Ribas de Sil y, después, del conde de Lemos en Monforte, villa donde aparece empadronado en 1554 como 'hidalgo notorio'. Del conde de Lemos recibió el lugar de Tabouzos, cerca de Amandi, donde levantó casa y mayorazgo.



        Nombramiento de don Ambrosio
        Gómez forero mayor de la Encomienda
                de Cristosende, año 1761.
           

El licenciado don Francisco de Páramo nació en la Casa de Tabouzos en 1630. A mediados del siglo XVII se hizo cargo de las parroquias de Sacardebois y Pradomao (donde su familia poseía bienes). En 1677 recibió, por foro del monasterio de Montederramo, el lugar de Viana, a cambio de una renta simbólica anual de cuatro gallinas y dos “perniles de a seis libras cada uno”. Don Francisco fue el verdadero patrón de la Casa de Viana. A su muerte poseía, además de Viana, los foros de los lugares de Mouca, Calvos, Casalta en Chandrexa, Espartida, Verengo, Cofradía y Pradomao, entre otros, que legó en su mayor parte a su sobrino Diego, nacido ya en la Casa de Viana.

            El patrimonio de la casa se vinculó a través de tres mayorazgos, fundados en 1747, 1770 y 1787, a los que, mediante dotes, se añadieron en 1790, el  pazo de Bustelo (Busteliño, La Limia), y en 1825, la Casa de Pombeiro (Peares, Lugo), correspondientes, respectivamente, a los linajes Rodríguez de Nóvoa y Feijóo de Losada (con bienes también en el coto de Gorgoloza, en Xinzo de Limia).

            El mayorazgo perduró hasta 1885. El apellido de Páramo se perdió en 1871, sustituido por los de Casares y Miranda.


Algunos personajes de la Casa de Viana

Francisco de Páramo. Licenciado en Cánones. Fue abad de Sacardebois y Pradomao. Se conservan algunas de sus cartas personales, que dan fe de que se trataba de un personaje bien relacionado. Testó en 1705.

Diego Vázquez de Páramo e Inés da Pía (hija de Alonso da Pía, de la casa del mismo nombre en San Salvador de Neiras). Fundaron en 1747 el mayorazgo principal de la Casa de Viana.

Licenciado Felipe Antonio Vázquez de Páramo. Fue abad de San Lorenzo de Barxacoba. Mantuvo un importante pleito en la Curia romana sobre sus privilegios eclesiásticos. Fue un hombre soberbio y pendenciero (llegó a estar en la cárcel de nobles de San Lorenzo), que obligó a gastar grandes sumas de dinero a sus padres y a su cuñado Ambrosio Gómez, mercader de paños. Atesoró un notable patrimonio, que vinculó en un mayorazgo en 1770.

Licenciado Manuel Gómez de Páramo. Fue abad de varias parroquias, entre ellas la de Sacardebois. Construyó la gran bodega de la casa. Fundó mayorazgo en 1787. Parece ser que fue este cura el que se trajo desde Portugal, en una carreta, el plantón del famoso pino de Viana, que fue el árbol más alto de Galicia hasta su caída en la década de 1950.

Fray Alberto Gómez de Páramo. Monje bernardo. Profesó en el monasterio de San Martín de Madrid, donde hizo amistad con su prior, el Padre Sarmiento, que le cita en alguna de sus obras. Fue fray Alberto el que conminó a aquel a escribir una etimología de Sacardebois, desacreditada hoy, según la cual el topónimo proviene del término 'Riboira Sacrata'.

Juan Gómez de Páramo. Hidalgo y mercader de paños. Fue Procurador Síndico General de la jurisdicción de Montederramo. Casó con María Prieto, hija de Juan Antonio Prieto, también acaudalado mercader, y doña Agustina Fernández, hija de un hidalgo de La Tellada, en la Limia. Murió en 1798.

 

José Gómez de Páramo y Nóvoa (1799-1871). Fue comandante de la milicia nacional de Parada y La Teijeira, además de terrateniente. Fue también juez y alcalde constitucional de Parada del Sil. Casó con doña Manuela de Losada, que aportó en dote la Casa de Barrio de Pombeiro, en Lugo. Fue receptor de impuestos en la ribera, lo que le produjo la bancarrota, por lo cual tuvo que pedir prestados 10.000 reales a los'Canelas', de Lama, entonces conocidos prestamistas.


      
   
  Apeo del foro de Mouca a favor 
 de don Francisco de Páramo, año 1697.

Fernando Miranda (1780-1851). Doctor en Derecho y experto en foros, magistrado, corregidor de Orense, alcalde mayor de La Coruña, diputado y ponente de la Constitución de 1837. Fue un arrojado liberal. Sufrió las represalias de Fernando VII. Fue un buen orador y dejó una buena impresión en el Congreso (en sus intervenciones dejaba a veces caer chascarrillos y cuentos en gallego, siempre apropiados, que gustaban bastante a las señorías). Durante su etapa como juez de Castro Caldelas defendió la permanencia del partido judicial en Caldelas, evitando durante su mandato su traslado a Trives. Fue también el artífice de sonoros pucherazos, siempre a favor de los liberales. Fue amigo íntimo de Vicente Martínez Risco, alcalde liberal de Castro Caldelas y abuelo de Vicente Risco.

José Ramón Miranda (1827-1902). Hijo del anterior y de Bernarda Gómez de Páramo. Casó con su prima Dolores Gómez Losada. Licenciado en Derecho, alcalde de Xunqueira de Ambía, juez, jefe del Fomento de Orense, diputado y gobernador civil, cargo al que renunció. Fue uno de los masones más activos de la época en Galicia. Su logia se reunía en la trastienda de la librería de su primo Vicente Miranda, en la calle Paz, en Orense. Desde allí atacó con vehemencia al obispo con ocasión de la polémica entre este y Curros Enríquez, protegido de la logia. Su militancia llegó a tal extremo que durante su época de alcalde, y coincidiendo con la Primera República, llegó a proclamar un Gobierno popular de sesgo masónico. Tuvo un tío canónigo en La Habana y un nieto cura que acabó enterrado junto a él, en un singularísimo panteón decorado con jeroglíficos francmasones.

Tomás Casares (murió en 1855). Licenciado en cirugía por la Universidad de Santiago. Fue el primer médico titulado de Parada de Sil, donde vivió.

Pedro Gómez Losada,  José Ramón Casares Gómez e Isidro Prieto fueron jueces municipales de Parada.


Otros antepasados y familiares de la Casa de Viana

Linaje Páramo

Luis de Páramo. Fue canónigo en León e Inquisidor de Sicilia. Fue el autor de la primera y más importante historia del Santo Oficio (De origine et progressu Officii Sanctae Inquisitionis, eiusque, dignitate & utilitate, de 1598). Es  mencionado por Voltaire en su Diccionario filosófico.

 
 Pedro de Páramo, canónigo de la catedral de Lugo en 1561.

Alonso de Páramo era en 1640 comendador de la Encomienda de Quiroga por la orden de San Juan de Jerusalén.

Agustín de Gravenvós Vázquez de Páramo estaba en Madrid en 1742, como discípulo del arquitecto Diego de Villanueva. En 1758, ya independizado, se declaraba 'maestro de hacer coches' del Palacio Real.


     
            Testamento de don Juan Gómez 
            de Páramo, año 1789.


Casa de Barrio de Pombeiro

Pedro Fernández de Sernande. Arcipreste del valle de Ferreira y comisario del Santo Oficio a mediados del siglo XVI. De su mismo linaje fueron Gaspar de Arce, arquitecto del los Escolapios de Monforte a finales del siglo XVI, y Diego de Porras y Temes, obispo de Calahorra a mediados del siglo XVIII.

Francisco Rodríguez do Barrio fue oficial de la Marina. Murió durante el sitio de La Habana, en 1764. Se conservan muchas de las curiosas cartas que escribió desde allí.


Andrés Díez de Losada, 'o fidalgo de Presa'. Descendiente de la Casa de Maside, en Pantón. En 1702 participó en la célebre batalla de Rande, en la que la armada combinada angloholandesa hundió la flota de Indias, cargada de tesoros. Estuvo en el batallón de 'hidalgos pobres', es decir, aquellos que no tenían dinero para pagarse el caballo.

Santiago de Losada. Hijo del anterior. Decidido a salir de la pobreza, se dedicó a la usura y, ayudado por un matrimonio ventajoso (con Jacinta Bernarda Rodríguez do Barrio Figueiras-Lobera), en efecto lo consiguió. Gozó de lujos inauditos para un hidalgo de aldea: candelabros y vajilla de plata, tallas religiosas, tapices e incluso un cabriolé que, a su muerte, legó a un criado.. Fundó en 1766 la capilla de san Antonio Abad, que vinculó a la Casa de Barrio de Pombeiro. Esta capilla conserva aún un pequeño y bonito retablo barroco. 

               
                   El monasterio de San Esteban da permiso
                   para la construcción de la capilla de
                  San Antonio Abad de Pombeiro, 1766.


Casa de Bustelo

Roque Cid de Nóvoa fue oficial de la Marina. Desapareció hacia 1750 en Orán, durante las campañas militares contra los piratas berberiscos.

Licenciado Juan Antonio de Lama y Nóvoa. Tuvo importantes cargos eclesiásticos. En 1798 fundó la capilla de san Antonio en el pazo de Bustelo, decorada con una bonita serie de óleos sobre la vida de San Antonio, que aún se conservan en la casa.

Vicente Miranda. Licenciado en Derecho. Regentó la que por entonces (mediados del siglo XIX) era la librería más importante de Orense, situada en la calle Paz, y en cuya trastienda se reunía la logia masónica de la ciudad. Su padre, homónimo, fue comandante de los carabineros de Orense y tuvo un papel destacado en la represión de las facciones carlistas que pululaban por la provincia. Se vio inmerso en bastantes hechos de armas y, por su heroísmo, fue condecorado por Isabel II en 1837.


Casares de Parada de Sil

Francisco Casares fue 'tallista escultor', según el catastro de Ensenada de 1756. Llegó desde Cantabria a Parada, donde trabajó. Vivió en Fondodevila. Es el autor del retablo barroco del monasterio de Santa Cristina, hoy en Sacardebois. De él proceden todos los Casares de Parada de Sil.

Casimiro Casares. Nieto del anterior. Fue regidor del Ayuntamiento de Parada del Sil en la época en que estuvo en manos de los liberales, con José Gómez de Páramo a la cabeza. Casó a su hijo Tomás Casares, médico, con la hija de aquel, Ramona Gómez Losada, heredera del mayorazgo de la Casa de Viana, con lo que el apellido Casares pasó a intitular el linaje.


Casa de la Gorgoloza

María Feijóo de Losada. Heredó la Casa de Barrio de Pombeiro por su matrimonio con su primo Miguel de Losada. Fue la abuela de Manuela de Losada, casada en Viana con José Gómez de Páramo.

Juan Antonio Feijóo de Losada. Padre de la anterior. Señor del coto de Gorgoloza (Xinzo de Limia). Fundó la capilla de Los Ángeles en 1756, que vinculó a su casa. Esta capilla tiene aún un retablo barroco y conserva las sepulturas del linaje. También fue patrono de otra capilla en el convento de Santo Domingo de Orense, en la que están enterrados los padres de Benito Jerónimo Feijóo —con los que estaba emparentado—, y donde se casaron en 1936 Dolores Casares Miranda e Isidro Prieto, de la Casa de Viana.

Diego Feijóo de Losada. Colegial en Santiago. Licenciado en Cánones por dicha universidad en 1625.

Rvmo. Padre Luis Feijóo de Losada (1681-1745). De la Compañía de Jesús. Catedrático de la Universidad de Salamanca. Docto e ilustrado, escribió un Curso philosophico, famoso en su época, que fue encomiado por el Padre Benito Jerónimo Feijóo en su Teatro Crítico Universal.

                                                                                                                               Eduardo A. Prieto González, 2012.